
Lady Gaga se encontraba dando un gran concierto hace unos días en la ciudad de Houston (Texas). En un momento de la actuación, la popular cantante quiso subirse a un piano para cantar, ayudándose de una banqueta. Lo que no se esperaba era que iba a perder el equilibrio y a caerse de dicho piano pegándose un buen tortazo contra el suelo. Ella, demostrando una gran profesionalidad, siguió cantando como si nada hubiera pasado, aguantando el dolor como una campeona.
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